Pero espérate, que también hubo entrevista. Hablé un ratico con los alicantinos sobre escenas, cosas por las que luchar, letras explícitas y otras muchas movidas.No cuento más por si os pasa como a mí y el automático os salta cada dos minutos. La cosa empezó así:
El Montana y yo perseguimos a los tres tíos de Futuro Terror hasta las tripas del restaurante Las Morcillas. Cuando se giran, dispuestos a pegarnos dos hostias, les contamos que tenemos una entrevista con ellos. ¡Ah, una entrevista!, dice uno mientras se sienta. Los otros dos, la novia de uno de ellos y el tío de Movidas Ardilla le imitan. La mesa está llena de habas. Los tres tíos empiezan a devorarlas con suficiencia, como si respiraran. El Montana y yo nos sentamos enfrente. Decimos que ya hemos cenado, pero es mentira. Enciendo la grabadora y hablo durante un rato con una de las bandas más especiales -rápida, melodiosa, inteligente, emocional- que hay en este país. En mayo publicaron Su nombre real es otro (Bcore), su segundo largo. Hablamos de dedicarse a esto, de luchar, de escenas, de medios de producción y de otro puñado de cosas. Como era previsible, El Montana y yo acabamos pinchándoles birra y cena.
Ah, la entrevista. La tienes aquí.